martes, 14 de abril de 2020

A la Luisa del Futuro

Querida Luisa del futuro:


Espero que para estas fechas ya esté todo bien, ¿superamos el corona virus? ¿O nos adaptamos a él?

¿Lograste hacer tu muñeca de la alien? ¿Seguiste bordando? 
¿Bajaste de peso? ¿aprendiste a maquillarte mejor? ¿Te atreviste a teñirte el pelo?
¿Te compraste el computador? 
¿Y la tiendita y patreon?

Otra cosa muy importante; ¿Andrés y tu lograron independizarse? ¿Viajaron?
¿Encontraste tu trabajo soñado?

¿Te quitaste el miedo, los prejuicios, la vergüenza y te atreviste a aprender a bailar swing y lindy hop? Que locura! Yo creo que no.

Como sea querida Luisa del futuro, recuerda: eres valiosa, eres importante, eres creativa (aunque esa palabra te pese) no hay nadie como tu.

Nos leemos dentro de 1 año

viernes, 10 de abril de 2020

A tres años de la partida de papá

Hoy se cumplen 3 años de la partida de papá. Aún duele, es súper difícil, muchas cosas nos recuerdan a él.

Suelo recordar las cosas buenas y divertidas, y sobre todo algo que él decía: “todos los finaos son buenos”.

Ahora último con la cuarentena,  mamá se ha vuelto loca ordenando, botando cosas, armando cosas nuevas. Y en ese proceso nos hemos encontrado con varios de sus cachureos; rescaté un lote de recortes (papeles, fotos, postales y esas cosas), con el que no sabía qué hacer. A papá le gustaba hacer collages, dibujar, pintar, armar, etc; viendo todas esas cosas, creo que le faltó la guía para estudiar diseño o artes; supongo que mi hermano y yo heredamos eso.

Le hice varias fotos a un primer lote, que tengo listo para llegar y subir, pero dudé: a dónde lo subo? Instagram, tendría que crear una nueva cuenta. Facebook: no todos usan ya Facebook y se volvió un nido de memes, las publicaciones se perderían y no llegaría a todo el público que quiero.

Al final decidí crear un Instagram conectado a mi perfil de Facebook.
Y después de una investigación de mercado; sobre qué nombre ponerle. Llegué a su nombre de Scout totemizado: “Zorro Silencioso”.

Ya está hecho! 

miércoles, 8 de abril de 2020

Un regalo para Andrés


Andrés estuvo de cumpleaños en Enero. Como la novia enamorada que soy, quería regalarle el universo! Pero no pude.
Quería regalarle maquetas y model kits que tanto le gustan, pero no encontré.
Más bien, no busqué en el lugar indicado.

Finalmente armé (mi favorito para todo el mundo) una caja con muchas cositas adentro.
“Regalo racimo” lo llama él.
Conseguí una caja verde (como de zapatos) donde los chinos. Quería minifiguras de lego, pero en Arica es súper difícil conseguirlas (y son caras). Encontré otras figuritas similares.
Agregué dos cajitas de Pockys, porque son taaan ricos! (los clásicos de chocolate y los verdes de matcha).

Dados; Andrés los colecciona, así que estuve buscando dados especiales, de esos de rol, con muchos lados, con figuras poco tradicionales y de colores. En esta ocasión fueron verdes (anteriormente ya le he regalado dados, pero pintados por mí) y los metí en una bolsita.

Un “frasco de la felicidad” algo que he visto en pinterest. Se trata de un frasco de vidrio vacio, con post its disponibles para usar. La idea es que cada vez que algo bueno pase, anotarlo en un post it, y meterlo al frasco. El frasco se abre a fin de año o cuando esté lleno. Y así uno recuerda todos los momentos felices que sucedieron.


Otra idea que me dio pinterest fue hacer sobres  con instrucciones como: “ábrelo cuando estés triste” o “ábrelo cuando quieras saber cuánto te amo”. De éstos hice seis; resalto el que llené de cupones: con cosas como “vale por una salida en bicicleta” o “vale por una maratón de anime”.
Debido a la contingencia actual, no hemos podido usarlos.
 
Finalmente, pero no menos importante: hice un bordado que convertí en llavero/colgante. Me gustó  y además Andrés se emocionó.

¿Qué más metí en la caja?
Confeti de estrellitas, una foto de nosotros, y nada más, porque no me alcanzó.

Ah! Ya estaba lista con la caja, pero sentía que no era suficiente, él se merece todo!
Así que le agregué un par de cómics de Batman, que por pocos centímetros podrían haber entrado en la caja.

No soy muy de piel, o de decirle “te quiero” a todo el mundo, ni de andar abrazando.
Poner harto empeño en los regalos (incluso en la forma de envolverlos) es mi forma de decir “te quiero, te aprecio”